jueves, 16 de septiembre de 2010

Origen de los ritos Afro-Brasileros

Origen de los ritos Afro-Brasileros
 
La situación originante de estos ritos debe buscarse en el estado de esclavitud al que hombres y mujeres de origen africano, procedentes de tribus diversas y de distintas regiones del continente negro (aunque mayoritariamente de la denominada "Costa de Oro"), eran sometidos a lo largo del continente americano, especialmente en el territorio de lo que hoy es la República Federativa del Brasil, y la actual Haití, de la mano de los colonizadores portugueses y franceses.
En términos generales, aunque su origen era diverso, estos esclavos provenían de culturas muy primitivas, poco desarrolladas, ricas en simbología y contacto con la naturaleza, y con un planteo religioso claramente animista, es decir, que tendían a divinizar las fuerzas de la naturaleza como el rayo, el viento, los árboles, etc.
Ciertamente, la asimilación de estos hombres a la cultura de corte europeo que imperaba en las colonias americanas, y en la que fueron violentamente insertados, no se desarrolló de modo uniforme en cuanto a formas y tiempos en todas las regiones de la extensa colonia portuguesa y en la isla bajo dominación francesa.
Como norma general, en las zonas dominadas por ingleses, holandeses y franceses, los africanos fueron generalmente asimilando de modo progresivo la cultura europea y perdiendo la africana, adhiriendo paulatinamente a un cristianismo de origen predominantemente protestante (en Estados Unidos, los esclavos se incorporaron mayoritariamente a la Iglesia Bautista) . Como excepción a este proceso aparece el caso de Haití, donde nació el vudú.
En las regiones de dominio español, la incorporación cultural de los esclavos que llegaban (que además eran numéricamente menos ya que las Leyes de Indias no admitían la esclavitud, que por lo tanto se daba de modo clandestino y marginal) se dio a través del mestizaje racial, acompañado en general por la incorporación a la Iglesia Católica.
El área bajo dominación portuguesa presentó en cambio una realidad diversa, ya que allí, aunque hubo una incorporación relativa de los esclavos, los africanos lograron mantener algunos elementos propios de su cultura de origen aunque mezclados con elementos de origen occidental que hacen que se dificulte en muchos casos la identificación de los símbolos originales. En este proceso (ciertamente largo, complejo y plagado de alternativas) intervinieron elementos muy diversos.
La gran cantidad de esclavos. Se ha calculado que durante los 320 años que duró el comercio de esclavos en Brasil, se llegó a traficar con aproximadamente 3.300.000 / 3.600.000 hombres
Los problemas político-militares entre Portugal y Brasil causados por el dominio de España sobre Portugal, lo que favoreció en algunos períodos la irrupción de los holandeses en Brasil.
La insuficiente cantidad de misioneros católicos portugueses para la atención de las colonias. A esto debe sumarse el período bajo dominio de los protestantes holandeses, y el hecho de que los esfuerzos de los misioneros portugueses en Brasil se dirigieron básicamente a evangelizar los aborígenes, no los esclavos, con lo que la atención de estos últimos se vio de algún modo relegada a segundo plano.
Si bien los esclavos tenían prohibido hablar su idioma de origen y practicar sus ritos religiosos, en muchas parroquias, comunidades y conventos, se favoreció la conservación del idioma y las costumbres africanas a través de las cofradías de negros, que podían mantener sus usos autóctonos al margen del rito litúrgico católico oficial.
Los diversos tipos de tareas que desempañaban los esclavos: los que trabajaban en minas o establecimientos ganaderos, merced a sus condiciones y estilo de vida que no favorecían su agrupamiento y reunión frecuente perdieron sus costumbres de origen; en cambio, los esclavos que servían en establecimientos agrícolas o en las ciudades, tuvieron mayores posibilidades de agruparse y mantener sus tradiciones africanas.
También es preciso tener en cuenta que según las leyes portuguesas, los esclavos eran incorporados obligatoriamente a la religión católica, pero esto se hacía no sólo de modo compulsivo, sino también sin una catequesis previa que pudiera conducir a una auténtica conversión, por lo que la participación de los esclavos en las prácticas católicas era generalmente sólo formal.
Todo esto contribuyó a que en el Brasil, los esclavos africanos adoptaran forzadamente formas exteriores católicas, pero al no mediar una verdadera conversión y al carecer de catequesis adecuada siguieron manteniendo una religión básicamente animista como la de sus ancestros africanos.
A este proceso de conciliación de doctrinas diferentes para dar lugar a un sistema nuevo que toma elementos de distintas fuentes, es al que denominamos "sincretismo".

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